Cómo determinar si sus aceites comestibles están rancios
2 mar 2020
Artículo
La rancidez es el proceso a través del cual los aceites y las grasas se oxidan parcial o completamente después de la exposición a la humedad, el aire o incluso la luz. Aunque no siempre es tan obvio, los alimentos pueden volverse rancios mucho antes de envejecer. Para los aceites, cuyas propiedades antioxidantes son muy valoradas, como el aceite de oliva, esto es especialmente problemático. Puede realizar una prueba sencilla (y gratuita) de ranciedad de los aceites en casa utilizando sus propios instrumentos analíticos: tus sentidos del olfato y del gusto.
- Vierta unos pocos mililitros del aceite en un tazón o taza poco profunda y respire el aroma.
- Si el olor es ligeramente dulce (como una pasta adhesiva) o desprende un olor a fermentado, es probable que el aceite esté rancio.
- Se debe realizar una prueba de sabor para estar seguro, ya que algunos aceites pueden tener un aroma naturalmente dulce.
- Asegúrese de que la muestra de aceite esté a temperatura ambiente, luego beba una pequeña cantidad en su boca sin tragar. Similar a probar el vino, sorbe aire a través del aceite en tu boca, luego exhala para determinar si el aceite tiene sabor.
- Si el aceite no tiene sabor, lo más probable es que esté rancio. ¡No lo consumas!
Una vez que la comida se ha puesto rancia, hay de ningún modo para volver y arreglarlo. Entonces, si a través de la prueba sensorial descubres que el aceite está rancio, ya es demasiado tarde. Para aquellos de nosotros que preferimos omitir este paso para evitar tener comida rancia en la boca, la posibilidad de predecir con precisión el futuro comportamiento de oxidación de los aceites comestibles sería excelente. De hecho, esto es exactamente lo que el Rancimat de Metrohm puede hacerlo si sigue nuestros consejos y trucos en este artículo.